Sanar tus heridas
¿Qué implica sanar tus heridas? Atreverte a mirarlas de frente, sin miedo. Todos tenemos heridas de la infancia. Venimos a este mundo limpios de ellas, pero la vida nos va cargando una mochila que no pedimos (o sí, para evolucionar nuestra alma). Saber sanar nuestras heridas no es fácil, es un proceso largo y complicado que implica muchas lágrimas. Se puede sanar? Si se puede, no es un camino fácil. A lo largo de mi vida he vivido procesos dolorosos, muy dolorosos que fueron forjando el ser humano que soy ahora. Todo lo vivido me ha ayudado a intentar comprender a los demás en sus propios procesos. Intento ponerme en su lugar, aunque a veces me cuesta, para darme cuenta que son seres humanos evolucionando como lo hice yo. Hablar ayuda? Sí y mucho, libera tu alma para enfrentarte a ese dolor causado por esa herida interna que aflora de cuando en cuando. Callar daña más porque esa herida sigue ahí, oculta ante ti misma/o. Enfrentar el miedo a liberar tu herida es también muy sanador. No sé el secreto para hacerlo, pero solo sé que debemos de enfrentarnos a nuestras heridas sin miedo. Son heridas que se curan con terapia, hablando, dejándoles de tener miedo y enfrentándolas. Somos almas que venimos a aprender de las heridas que vamos recogiendo en nuestro camino de evolución hacia nuestra siguiente reencarnación.
Comentarios
Publicar un comentario